martes, 6 de diciembre de 2011

paul sweezy_capítulo 2

EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO
Sweezy habla de la mercancía como todo lo que se produce más para el cambio que para uso del productor, por ello el estudio de las mercancías es el estudio de la relación económica del cambio. Por otro lado, el cambio, es anterior a la división del trabajo y causa de ella, la producción de mercancías es la forma inevitable de vida económica, aunque luego se contradice esta premisa, diciendo que la producción de mercancías es una forma histórica condicionada y que de ningún modo puede presentarse como manifestación directa del hombre.
En contraposición, para Adam Smith el origen de todo es el aumento en la productividad es la división del trabajo, siendo Smith incapaz de concebir la división del trabajo independientemente del cambio.
Para el autor, la forma universal e inevitable de la vida económica es la producción de mercancías, que tiene sus raíces en la naturaleza humana, siendo la ciencia económica es la ciencia de la producción de mercancías. Marx no niega la existencia de una relación entre la producción de mercancías y la división del trabajo, pero no se trata de ningún modo de la firme y rígida relación que describe Smith. Para Marx, los productos frutos del trabajo, sólo pueden convertirse en mercancías, los unos con relación a los otros, como fruto de diferentes clases de trabajo. Por eso los economistas deben dirigir su mirada al carácter de las relaciones sociales subyacentes en la forma de mercancía, las tareas de la economía políticas no son sólo cuantitativas sino también cualitativas. Sweezy destaca que el valor de uso no da una mercancía ningún carácter peculiar, este valor expresa cierta relación entre el consumidor y el objeto consumido, sin embargo algunos piensan que éste estaba excluido por Marx en sus investigaciones ya que no daba cuerpo directamente a la relación social, pero el autor hace hincapié en que esto no es así, ya que este es un prerrequisito del consumo y Marx no lo excluyó de su estudio. Por otro lado, el valor de cambio es una forma exterior de la relación social entre los propietarios de mercancías, los productores individuales que trabajan aisladamente, en realidad trabajan los unos para los otros. Por así decirlo el cambio de mercancías es el cambio de productos del trabajo de productores individuales. Entonces, una mercancía es un valor de uso por su utilidad y un valor por que incluye la división del trabajo y producción privada. Para Sweezy, dentro del valor de cambio, existe un valor que yace oculto. Por eso, el trabajo abstracto, representado por el valor de las mercancías, es un concepto importante en el pensamiento marxista, esta expresión equivale a lo que es común a toda actividad productiva. De esta forma, la reducción de todo trabajo a un común denominador, no es una abstracción arbitraria dictada por Marx, sino una abstracción que pertenece al propio capitalismo. Asimismo, en la sociedad capitalista, una porción dada del trabajo humano se provee de acuerdo con la demanda cambiante, es muy importante el volumen total de la fuerza de trabajo social y su nivel general de desarrollo, por que de ello dependen las potencialidades productivas de la sociedad. Entonces, las diferencias entre los distintos trabajos son de segunda importancia, la indiferencia hacia la clase particular de trabajo, corresponde a una forma de sociedad, en donde los individuos pasan fácilmente de una clase de trabajo a otra, por lo que el trabajo es una forma de crear riqueza.
Para el autor la reducción de todo trabajo a trabajo abstracto desvela las formas especiales que el trabajo puede adoptar, una suma de fuerza de trabajo social susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo a la necesidad social. Por ello, una mercancía tiene en común con todas las demás, en que absorbe una parte total de la fuerza de trabajo disponible en la sociedad.
En cuanto al análisis cualitativo Sweezy dirá que éste determinará tanto la significación básica, como las tareas principales de la teoría del valor cuantitativo. Entonces, Marx dirá que en el valor de cambio, está sólo la forma fenomenal bajo la cual se oculta el valor mismo. De esta manera, la magnitud del valor expresa la conexión que existe entre cierto artículo y la parte del tiempo total de trabajo de la sociedad que se requiere para producirlo, la preocupación por las proporciones de cambio del trabajo ha hecho que se deje en segundo plano el carácter de las relaciones sociales. En cuanto a la producción de mercancías, Marx pensará en ésta como la relación básica entre los hombres adoptando la forma de una relación entre cosas y ésta materialización de las relaciones sociales será la base del Fetichismo. Ya que el carácter fetichista del mundo de las mercancías tiene su origen en el carácter social peculiar del trabajo que produce mercancías. De esta forma, los artículos de utilidad se convierten en mercancías sólo porque son productos de individuos privados o grupos de individuos que realizan su trabajo independiente, por ello, las relaciones entre el trabajo de individuos privados aparecen no como relaciones directas entre personas en su trabajo, sino como relaciones materiales de personas y relaciones sociales de cosas. El autor deja claro que todo esto se tiene lugar bajo las condiciones de un capitalismo relativamente avanzado, señalando que en Europa Occidental durante los siglos XVII y XVIII, el productor individual trataba a su prójimo sólo a través del mercado, donde los seres humanos no son más que instrumentos, donde el proceso de producción tiene dominio sobre el hombre. Entonces se produjo un cambio de actitud que fue el reflejo del comienzo de la producción de mercancías, aun así existe una profunda creencia en el carácter impersonal y automático del orden económico, así como es característico del capitalismo, existe aún cierto prejuicio contra la acción social. En cuanto a la materialización de las relaciones sociales, hay que señalar su profunda influencia en el pensamiento económico tradicional, ya que las categorías de la economía capitalista han sido consideradas como si fueran inevitables categorías de la vida económica general. Entonces, no se puede negar que algunos rasgos son comunes a todas las formas de economía social o sistemas económicos sociales. No obstante incluirlas todas éstas en un solo juego de categorías e ignorar sus diferencias específicas, sería como una negación de la historia.
No hay que olvidar que los únicos que se preocupan en poner al descubierto las relaciones sociales subyacentes en las formas de producción de mercancías son los críticos del orden social como Marx. En una sociedad capitalista, los individuos, como propietarios de mercancías, están en un plano de igualdad perfecta, sus relaciones mutuas no son las relaciones entre amo y siervo de un régimen de status personal, sino las relaciones contractuales entre seres humanos, libres e iguales. Sin embargo el obrero no advierte que su falta de acceso a los medios de producción lo obliga a trabajar en condiciones dictadas por aquellos que tienen el monopolio de los medios de producción y que, por lo tanto está siendo explotado para beneficio de otros, igual como el siervo. Por el contrario, el mundo de las mercancías aparece como un mundo de iguales, donde el obrero vende su fuerza y mientras se le pague su verdadero valor, todas las condiciones están satisfechas, es decir se admite la apariencia como verdadera representación de las relaciones sociales.
Entonces, sólo se puede ver con claridad la verdadera estructura capitalista mediante un análisis crítico de la producción de mercancías, un análisis que penetre a través de las formas superficiales de hombre a hombre, donde. Esto hay que tenerlo muy en cuenta, debido a que la producción de mercancías ha ocultado el verdadero carácter de las relaciones sociales a las que da cuerpo, ha creado la racionalidad económica sin la cual un pleno desarrollo de las fuerzas productivas sería imposible. A pesar de esto, no se debe considerar el sistema como un todo planeado y racional, porque existe una creciente irracionalidad en su funcionamiento como un todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario