martes, 6 de diciembre de 2011

paul sweezy_capítulo 10

CRISIS DE REALIZACIÓN
El descenso en el lucro es la causa inmediata del estallido de una crisis. Se habla de crisis de realización al resultado de la incapacidad de los capitalistas para realizar el valor integro de las mercancías que producen. Se dan dos tipos de crisis. En primer lugar las crisis que vienen de la “desproporcionalidad” y el segundo lugar las crisis derivadas del “subconsumo de las masas”.
De esta forma con la primera tienen que ver con lo que se ha llamado desproporcionalidad entre las diversas ramas de la producción que, a su vez, tiene sus raíces en el carácter anárquico y simple de la producción. La desproporcionalidad es siempre una de la posible causa de las crisis, y es seguramente un factor de complicación en todas las crisis, sea cual sea la causa básica de éstas. El hombre a quién se debió principalmente la popularidad de la teoría de la desproporcionalidad entre los socialistas fue el economista Michael Tugan-Baranowsky. Tugan rechazaba lo que veía como las dos explicaciones de la crisis presentadas por Marx, a saber, 1) que las crisis son provocadas por la tendencia descendente de la tasa de la ganancia, y 2) que las crisis resultan del subconsumo de las masas. Se deshizo de la primera alegando que un ascenso en la composición orgánica del capital, lejos de conducir a una caída en la tasa de la ganancia, como suponía Marx, debe conducir a un ascenso en la tasa de ganancia. Intentó refutar la segunda mediante la demostración de que no podía haber sobreproducción o déficit de la demanda independientemente de lo que suceda con el consumo, en tanto la producción sea correctamente proporcionada a las diversas ramas de la industria. Tugan, con esta teoría, pretendía minar todas las versiones de la explicación de la crisis por el subconsumo. Y, al hacerlo así, daba la clave para la interpretación de Marx sobre la relación entre el consumo y las crisis.
En lo que se refiere a las crisis que provienen del “subconsumo de las masas”, Tugan hace una negación de la interdependencia entre la producción y el consumo. Los autores marxistas recibieron la teoría de Tugan de modo desfavorable. No se puede decir que todos ellos vieran en el déficit del consumo una causa inevitable u al menos muy importante de las crisis, pero ninguno podía digerir la idea de que la producción pudiese aumentar de manera indefinida independientemente del nivel o la tendencia del consumo. Schmidt sostenía que la demanda definitiva o del consumo es la fuerza animadora de la economía y es la que mantiene en marcha el aparato de la producción. Kautsky plantea que la producción es y sigue siendo producción para el consumo humano y Boudin afirma que los medios de producción son medios para la producción de artículos consumibles. Por consiguiente, donde no hay demanda de artículos consumibles la producción es sobreproducción. Bajo todas estas críticas yace una idea, a saber, que el proceso de la producción es y debe seguir siendo, independientemente de su forma histórica, un proceso destinado a producir artículos para el consumo humano. Es decir, la producción es producción para el consumo. El problema de las crisis para Marx seria que la teoría del subconsumo es la causa de las crisis capitalistas. En introducción a la crítica de la economía política señala que el consumo engendra la producción, que el consumo reproduce la necesidad. Los medios de producción no se producen nunca si no es con el propósito de utilizarlos para producir artículos de consumo. Las relaciones sociales de la producción capitalistas imponen una restricción del consumo y al mismo tiempo estimulan a los capitalistas a intentar un aumento ilimitado de la producción. En esta obra Marx describe esta característica fundamental del capitalismo: el consumo del trabajador es en promedio igual a sus costos de producción, no a lo que él produce. Toda la plusvalía la produce para otros. El capitalista industrial se apropia directamente el producto excedente. Marx señala la contradicción “fundamental” del capitalismo: la producción carece totalmente de objetivo a menos que se la encauce hacia una meta precisa hacia el consumo, pero el capitalismo trata de ampliar la producción sin ninguna referencia al consumo, que es el único que puede darle un sentido. Marx relaciona las crisis y la producción estancada con la magnitud del consumo. La creación de plusvalía es el objeto del proceso directo de la producción. Marx describe la depresión como un período en el que el aumento de la producción es detenido por una demanda insuficiente del fruto final de la producción, a saber, los artículos de consumo. La correspondiente noción de la prosperidad encara un período en el cual se producen más medios de producción de los que pueden ser utilizados. El capitalismo tiene una tendencia innata a ampliar la capacidad de producción de artículos de consumo más rápidamente que la demanda de artículos de consumo. Si se verifica la tendencia al subconsumo ella explica tanto las crisis como los períodos de estancamiento. La acumulación por los capitalistas es en parte consumida por los obreros y en parte invertida en medios de producción adicionales.
Señala que el hecho básico del capitalismo es la urgencia de los capitalistas por hacerse ricos. La satisfacción de este deseo exige dos pasos: 1) obtener tanta ganancia como sea posible; y 2) acumular una parte de ella tan grande como sea posible. El primero implica la mejora continua de los métodos de producción, usando cada vez más maquinaria y materiales por obrero; el segundo implica la acumulación y una ganancia total creciente. Es decir, la acumulación sube como una proporción de la plusvalía y la inversión sube como una proporción de la acumulación. En otras palabras, la proporción de la tasa de aumento en la producción de artículos de consumo con respecto a la tasa de aumento de los medios de producción permanece invariable. Por lo tanto el “subconsumo” y la “sobreproducción” son las dos caras de una misma moneda. El capital y su auto expansión aparecen como el punto de partida y de llegada, como el motivo y el propósito de la producción; la producción es meramente producción para el capital y no viceversa. Los medios de producción son simples medios de un sistema de incesante expansión para beneficio de la sociedad de los productores. Lenin sostenía que en el capitalismo existe una contradicción entre la producción y el consumo, o en otras palabras, una tendencia al subconsumo. Afirmaba que el subconsumo lejos de contradecir la explicación basada en la desproporcionalidad era tan solo un aspecto de ésta.

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