miércoles, 28 de septiembre de 2011

nuestra primera clase_



¿Incertidumbre?
Fue la primera toma de contacto con la asignatura. La verdad, en un principio el desconcierto se apoderó de mi, y me atrevo apuntar que del resto de mis compañeros de grupo. No obstante, al salir de la clase una sensación se satisfacción me embriagó. En este sentido, si bien al principio el grupo funcionó con cierta lentitud y falta de dinamismo, a medida que avanzaban las preguntas y los temas a tratar una suerte de coordinación y concatenación de ideas, aportadas por los diferentes componentes del grupo, dio mayor vivacidad y realismo a la clase. De esta forma, he de reconocer que, a lo largo de mi vida universitaria han sido pocas las experiencias vividas como ayer. Considero que este tipo de dinámicas de clase favorecen distintas facetas, que si bien por la metodología de clase magistral también se pueden generar, el estilo de clase participativo otorga mayor funcionalidad. Provoca una mayor iniciativa participativa del alumno haciendo que se vincule en mayor medida al desarrollo ordinario de la asignatura.
En este contexto dentro de las diferentes y muy variadas ideas que (en mi grupo en particular) se comentaron, tuve la oportunidad de destacar algunas de ellas, gracias a mi condición de observador en la primera tanda de preguntas. La pluralidad y heterogeneidad de mi grupo me pareció un elemento muy significativo así como representativo de la realidad que se vive en nuestra facultad. En segundo lugar, la concepción de universidad como oportunidad fue un aspecto muy apreciado y valorado a lo largo de las intervenciones de mis compañeros. Veían la universidad como elemento universal, capaz de dotar a cada individuo de una serie de experiencias y conocimientos a partir de los cuales basar su etapa universitaria en particular y académica en general.
En último lugar, cabría señalar la puesta en común para la búsqueda de una mayor disciplina personal. La mayor parte del grupo coincidimos en una apuesta decida por el respeto mutuo como norma básica de convivencia a partir de la cual desarrollar las relaciones personales, profesionales, y académicas.